Ese 16 de abril, en la parroquia Andrés de Vera, Ramón Zambrano descansaba en el tercer piso de su edificio ubicado en la calle Vicente Macias.
Se encontraba solo. Durante el terremoto, en el intento por salir, el hombre cayó y se golpeó la cabeza. Horas después, Ramón contaría a sus familiares lo sucedido. “En realidad pensamos que se iba recuperar, pero no fue así, incluso lo llevamos al médico, pero solo le enviaban calmantes”, expresó su hijo Washington Zambrano.
En el transcurso de la semana, Ramón, de 87 años, tendría dolores al cuello y una fuerte depresión que terminó llevándolo a la cama de un hospital el 15 de mayo.
Ramón murió el 23 de mayo, ocho días después de haber ingresado al hospital y su nombre no consta en la lista oficial de cadáveres que manejan las autoridades.
Su hijo Washington dice que no hicieron el trámite para registrarlo.