LA TRANSFORMACIÓN DEL LÍDER
Rafael Correa ha sido presidente de Ecuador durante los últimos 10 años, teniendo el período de Gobierno continuo más largo en la historia del país.
El economista llegó al poder por elección popular en 2007, tras una década de inestabilidad política a causa de los derrocamientos de los mandatarios Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez.
A 10 años de su primera investidura presidencial, su rostro e imagen muestran un cambio evidente.
Rafael Correa, entre los mandatarios
más jóvenes de Ecuador
El economista Rafael Correa Delgado ha sido uno de de los presidentes más jóvenes del Ecuador.
A diferencia de su sucesor Lenín Moreno, quien tiene 64 años, Correa llegó al poder a los 44 y se marcha luego de una década.
Su juventud ha sido tal vez uno de los principales puntales de su Gobierno, donde siempre se mostró activo y presente en eventos de diversa índole, registrando muy pocos problemas de salud.
Una de las primeras alertas de salud en el presidente se dio el 25 de abril de 2008. En dicha ocasión, Correa hacía un trasbordo de aviones en el aeropuerto Manuel Serrano de Machala, cuando se sintió mal y tuvo que ser trasladado a la torre de operaciones de la terminal aérea. Tras ser atendido por un médico, se confirmó que la dolencia del jefe de Estado era leve, en el oído izquierdo, producto del estrés y el cansancio. Luego siguió con sus actividades en diferentes cantones de la provincia de El Oro, donde permaneció el fin de semana y realizó su Gabinete Itinerante.
OPERACIONES
Ya en el 2009, el presidente presentó una dolencia en su rodilla derecha, por la que fue operado en dos ocasiones (en septiembre de ese año y en febrero de 2010) en La Habana, Cuba.
Dichas cirugías le valieron muchas críticas al mandatario, ya que la oposición aseguraba que eran intervenciones que podría haberse realizado en Ecuador. Sin embargo, él aseguró que el método al que fue sometido sólo estaba disponible en la isla.
Un año después, el 20 de septiembre de 2010, Correa fue intervenido quirúrgicamente por tercera vez. En esa ocasión, la cirugía se hizo en el hospital de IESS de Ecuador.
Durante la operación se le implantó una prótesis en la rodilla del mandatario, debido a un desgaste severo en la articulación y dos de los meniscos, tras las dos primeras cirugías en Cuba que no aliviaron su dolencia.
30S. Diez día después, la integridad de Correa estuvo en riesgo, en esa ocasión no por salud, sino más bien por un hecho fortuito: La revuelta policial del 30 de septiembre (30S).
Aquel jueves, el Ecuador se despertó en medio de la incertidumbre, ante la sublevación de cientos de miembros de la Policía Nacional en rechazo de la Ley de Servicio Público.
El presidente Correa acudió al regimiento Quito, usando un bastón para movilizarse.
Allí, desde un balcón, Correa pronunció un polémico discurso ante los policía sublevados: “¡Si quieren matar al presidente, aquí está, mátenlo si les da la gana, mátenlo si tienen poder, mátenlo si tienen valor en vez de estar en la muchedumbre cobardemente escondidos!”, gritó. Pasadas las 11h00, el mandatario intentó dejar el lugar, pero se vio rodeado de los manifestantes, siendo agredido con bombas lacrimógenas y golpes, por lo que fue rápidamente trasladado hasta el Hospital de la Policía Nacional, donde le fue revisada su rodilla recientemente operada. Del lugar no pudo salir hasta las 21h39, tras un operativo de seguridad. De esos hechos se ha hablado mucho. El oficialismo asegura que el mandatario estuvo secuestrado en la casa de salud y aduce que existió un intento de magnicidio. Mientras que la oposición y grupos no afines lo describen como un reclamo que se salió de control por el manejo indebido de la situación por parte de las autoridades del poder ejecutivo. El 30S dejó 11 fallecidos.
Con este balance se puede señalar que el presidente Rafael Correa vivió un gobierno de estabilidad en lo que a salud se refiere, marcado sólo por un par de entradas a quirófano.