SQLSTATE[HY000] [1130] Host 'porto.tramahosting.com' is not allowed to connect to this MySQL server El antes y el despúes de terremoto en la vida de Pablo Córdova - 16ATenemosMemoria - El Diario

#16ATenemosMemoria

OTRA OPORTUNIDAD

La tragedia deja un antes y un después, deja lágrimas por nuestros hermanos, deja duelo. Pero también deja una luz de esperanza para aquellos que lograron sobrevivir contra todo pronóstico.
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Pablo queda atrapado en las ruinas del hotel ‘El Gato’, lugar que luego sería denominado como la ‘zona cero’ de Portoviejo.

16 DE ABRIL DE 2016
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Bomberos de Bogotá, Colombia, escuchan los gritos de Pablo y logran rescatarlo de los escombros. Sus familiares y amigos lo recibieron con aplausos y gritos de alegría, mientras Pablo sonreía desde una camilla

18 DE ABRIL DE 2016

“PENSÉ QUE TENDRÍA QUE RESISTIR POR MENOS UNOS OCHO O 15 DÍAS”

Clic aquí para leer la noticia 19 DE ABRIL DE 2016

PABLO CELEBRÓ SU CUMPLEAÑOS 53

Clic aquí para leer la noticia 12 DE MAYO DE 2016

“La vida ha sido buena conmigo, sé que Dios tiene una misión para mí”

Clic aquí para leer la noticia 22 DE JULIO DE 2016
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Pablo trabaja en el ECU 911, labor que ve como una oportunidad para retribuir lo que los rescatistas hicieron por él tras el terremoto.

MARZO DE 2017


Por Cristel Ganchozo & María de los Ángeles Rendón

La vida de Pablo Córdova dio un vuelco total tras el terremoto del 16 de abril.

El ex-administrador del hotel El Gato es hoy un servidor comunitario que se levanta a las 06h00, se ducha, desayuna y va a su nuevo trabajo en moto.

Han pasado siete meses desde que habló con el presidente y acordaron su retorno a la vida laboral en el ECU 911.

“Estoy feliz porque puedo recompensar la ayuda que me dieron, coordino la atención de emergencia de quienes aquella vez me brindaron su apoyo”.

Pablo se siente como una celebridad. Está acostumbrado a las luces de las cámaras y las preguntas de los periodistas sobre el 16 de abril. De lo que sintió, de lo que tuvo que hacer, de lo que oyó en cada segundo de esas 46 horas en las que estuvo atrapado bajo cinco pisos de varillas y concreto.

“Aún recuerdo las voces, son como ecos resonando en mi mente. Aquellas frases que me devolvían la vida: “ahí está, está vivo”, “sáquenlo de ahí”, “Pablo, ¿estás ahí?”, “¡tienen que salvarlo!”. Luego, silencio. Luego, ladridos de perros, lejos…, pero esas palabras de aliento me acompañan hasta hoy”.

Luego de terminar su jornada laboral, Pablo visita a su padre, “mi viejito Francisco”, como lo llama él. Charlan como mejores amigos y están más unidos desde que su madre no está. Antes de que la muerte los separara, Pablo aprendió de esa relación las más importantes lecciones de amor y optimismo. Por eso siempre vuelve a casa, como dice Sonia, su compañera de vida. Por eso sonríe siempre, con una mirada de serenidad.

Pablo Córdova era un tipo hogareño antes del terremoto y lo sigue siendo ahora. Simplemente lo disfruta más. Su esposa, dos hijos, dos nietos y Pepito, un loro al que alimenta con guineos, viven en una casa de construcción mixta que quedó en pie. Al caer la noche, ve junto a los más pequeños del hogar Dragon Ball. “Charlamos sobre quién tiene más poderes: Gokú o Vegeta... Ellos dicen que yo soy el más fuerte porque soporté cinco pisos sobre mí… Cada día de mi vida es un milagro, un regalo. Si estoy aquí entre los vivos es gracias a Dios ”.